Radiador toallero acero inoxidable

Radiador toallero de agua de acero inoxidable

La opción más confortable para baños de ciudades costeras o con mayores niveles de humedad será siempre un radiador toallero de agua de acero inoxidable. Y no tiene por qué ser demasiado caro, para nada. ¡Los precios de nuestros radiadores hidráulicos te sorprenderán! 

Eso sí, como estos radiadores toalleros funcionan con agua caliente, necesitan que haya una instalación de calefacción central previa en la vivienda. Asegúrate primero. Si no, tendrás que decantarte mejor por uno eléctrico.

La gran ventaja destacable de estos radiadores toalleros de agua es que son los mejores del mercado, los que mejor secarán los textiles y mantendrán caldeada la estancia en todo momento. 

Si no quieres pasar frío en el baño, necesitas ya un radiador toallero de acero inoxidable de tipo hidráulico. ¡Lo amortizarás desde el primer día!

Todas tus toallas secas al instante, después de ducharte, esponjosas y suaves. ¿No sería genial?

Un radiador toallero de agua de acero inoxidable puede verse lacado en blanco, cromo o negro, principalmente. 

El acero es el material más resistente y habitual en este tipo de radiadores hidráulicos para secar toallas. Los toalleros eléctricos, sin embargo, también se fabrican en aluminio, material mucho más ligero pero menos robusto. 

Por su circuito interior circulan varios litros de agua, según su capacidad, que se ponen a temperaturas muy elevadas. Esto calienta rápidamente el aparato y, por consiguiente, la habitación. 

Un radiador hidráulico necesita, si no cuentas ya con ello, de una válvula detentor y un purgador. 

El detentor regula la salida del agua del radiador y normalmente se sitúa en uno de sus extremos inferiores. Este permite independizar el radiador del circuito cuando se hacen obras o reparaciones, por ejemplo. 

El purgador del radiador toallero de acero inoxidable permitirá vaciar el circuito del aire que se pueda haber quedado dentro. Es recomendable purgar todos los radiadores al menos una vez al año para un correcto funcionamiento. Lo mejor es hacerlo antes de los meses de frío.